Los pacientes con obesidad severa que se someten a una cirugía para perder peso reducen en 40 por ciento el riesgo de padecer una enfermedad coronaria, según un estudio presentado hoy durante la Semana de la Obesidad 2018 en Nashville (EEUU).
“Nuestro estudio muestra que la cirugía bariátrica tiene un efecto significativo en los factores de riesgo conocidos de la enfermedad coronaria en pacientes después de un año de someterse al tratamiento”, aseveró el doctor Emanuele Lo Menzo, coautor del estudio.
Esta investigación fue realizada por la Cleveland Clinic Florida en Weston, Estados Unidos, e incluyó a 1,330 pacientes con un Índice de Masa Corporal (IMC) de 40 o más sin historia de enfermedad coronaria y que tuvieron una cirugía de manga gástrica o bypass gástrico entre el 2010 y el 2016.
Previo a la cirugía, todos los pacientes padecían hipertensión, y 40 por ciento de ellos tenía diabetes tipo II, además de que 225 de ellos tenían ocho veces más riesgo que la población en general de presentar una enfermedad coronaria.
Un año después de la cirugía, según mostró el estudio, más del 40 por ciento de los pacientes habían controlado su diabetes y 44 por ciento no tenían ya hipertensión arterial.
Además de que todos perdieron al menos 25 por ciento de su peso y habían bajado su IMC en 70 por ciento.
“Ningún otro tratamiento en tan poco tiempo puede tener resultados tan significativos en el control de la diabetes y la hipertensión arterial”, dijo Lo Menzo.
Sin embargo, dijo que la clave es que los pacientes siguieron una dieta saludable y realizaron ejercicio después de la cirugía, “lo que les permitió mantener estos beneficios para su corazón”.
La obesidad está asociada con el incremento en el riesgo de desarrollar más de 40 enfermedades y condiciones de salud, incluidas la diabetes tipo II y la enfermedad coronaria, por lo que, concluyó Lo Menzo, “es importante atenderla para evitar mayores complicaciones de salud”.
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