La Diabetes Tipo 2 no solo afecta la gestión del azúcar en sangre, sino que también provoca daños significativos en los vasos sanguíneos, dificultando los procesos de curación y reparación del cuerpo. La investigación ha demostrado que las células madre de pacientes diabéticos pierden gran parte de su potencial reparador, contribuyendo a estas complicaciones.

Un equipo del Institut de Recerca Sant Pau (IR Sant Pau) en Barcelona ha dado un paso crucial al descubrir que un tratamiento con el factor de crecimiento fibroblástico básico (bFGF) puede revertir estas alteraciones, devolviendo a las células madre su capacidad para formar nuevos vasos sanguíneos y sanar el tejido.

El Problema: Células Madre «Deterioradas»

En pacientes con diabetes tipo 2 y obesidad mórbida, las células madre derivadas del tejido adiposo (grasa) muestran un rendimiento muy limitado:

  • Baja Proliferación: Se multiplican con lentitud.
  • Poca Migración: Les cuesta moverse hacia las zonas de daño.
  • Deterioro Visceral: Este deterioro es especialmente notable en las células procedentes del tejido adiposo visceral, las más afectadas por el estrés metabólico y la inflamación de la enfermedad.

La Solución: El Tratamiento con bFGF

El estudio consistió en cultivar células madre de pacientes diabéticos y no diabéticos en presencia de bFGF, una proteína conocida por su papel en el crecimiento celular, la cicatrización y la formación de vasos sanguíneos.

El resultado fue «altamente eficaz»:

  1. Recuperación Funcional: Las células derivadas de pacientes con diabetes recuperaron su potencial de proliferación y migración, actuando de manera similar a las células de personas sanas.
  2. Angiogénesis Restaurada: En ensayos de laboratorio y en modelos animales (ratones), las células tratadas con bFGF mostraron una mayor capacidad para organizarse en estructuras capilares y generar nuevos vasos sanguíneos, confirmando la restauración de su potencial reparador.

El Mecanismo Molecular: Los «Interruptores Génicos»

Los investigadores del IR Sant Pau fueron más allá y analizaron el perfil de microARN (miRNA). Estas pequeñas moléculas actúan como «interruptores génicos» que regulan la actividad de genes implicados en la proliferación y la formación vascular.

El tratamiento con bFGF logró:

  • Reducir los miRNA vinculados a la inhibición del crecimiento y el envejecimiento celular (como miR-24, miR-145 y miR-140).
  • Aumentar el miR-17, un regulador positivo de la proliferación y la supervivencia celular.

Al restablecer este equilibrio molecular, se reactivaron rutas esenciales para la reparación y formación de vasos sanguíneos.

La Dra. Gemma Arderiu, investigadora principal, subraya que este tratamiento consigue restaurar funciones celulares que estaban gravemente deterioradas, abriendo la puerta al desarrollo de terapias celulares más seguras y personalizadas para abordar las complicaciones vasculares de la diabetes tipo 2.

- Suscribase -