Diversos estudios recientes han demostrado que incluso un consumo leve de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Aunque muchas personas desconocen esta conexión, organismos científicos han resaltado que no existe una cantidad segura de alcohol cuando se trata de prevenir este tipo de cáncer.
¿Por qué el alcohol aumenta el riesgo?
El alcohol eleva los niveles de estrógenos, una hormona relacionada con la carcinogénesis.
Su metabolito tóxico, el acetaldehído, daña el ADN y favorece mutaciones celulares.
Está clasificado como un carcinógeno humano del Grupo 1 por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
¿Cuánto aumenta el riesgo?
Una bebida diaria puede elevar el riesgo de cáncer de mama entre un 8 % y 13 % respecto a no beber.
Estudios muestran que incluso menos de una copa diaria incrementa ligeramente el riesgo (RR ≈ 1.04 por cada 10 g de etanol/día).
El riesgo también se relaciona con la recurrencia del cáncer en sobrevivientes, incluso con niveles moderados de consumo.
¿Cuánto alcohol es seguro?
Las asociaciones internacionales como la World Cancer Research Fund (WCRF) recomiendan evitar completamente el alcohol para reducir el riesgo de cáncer de mama.
En línea con esta postura, el Surgeon General de EE.UU. solicitó desde 2025 incluir advertencias en las bebidas alcohólicas alertando sobre el riesgo cancerígeno, considerando que no hay consumo seguro.
Algunas guías permiten un máximo de 1 copa por día para mujeres, pero cada vez más expertos advierten que incluso ese nivel tiene riesgo.
¿Puede reducirse el riesgo al dejar el alcohol?
Dejar de beber incluso en la mediana edad puede reducir el riesgo acumulado de cáncer de mama, aunque se haya consumido durante años.
Para sobrevivientes de cáncer, reducir o eliminar el alcohol puede disminuir la probabilidad de recaída.
Recomendaciones práctica para cuidar tu salud
Evitar el consumo de alcohol o al menos reducirlo al mínimo posible.
Priorizar estilo de vida saludable: actividad física, alimentación equilibrada y mantener un peso adecuado.
Consultar con el médico, especialmente si se tiene antecedente familiar o riesgo elevado de cáncer de mama.
Exigir etiquetas informativas y campañas más claras sobre los riesgos del alcohol.
El consumo de alcohol, incluso en cantidades leves, está vinculado a un mayor riesgo de cáncer de mama y a mayor probabilidad de recurrencia. Organizaciones de salud recomiendan evitar completamente su consumo, ya que no existe un nivel de alcohol seguro para prevenir este tipo de cáncer.