Los afectados por párkinson están más expuestos a presentar problemas urinarios, aunque siempre hay que tener en cuenta que estos síntomas pueden estar respondiendo a otras alteraciones diferentes de esta enfermedad neurodegenerativa.

La enfermedad de Parkinson es un proceso neurodegenerativo que ocurre fundamentalmente por la pérdida de neuronas dopaminérgicas, lo que se manifiesta en síntomas motores tales como temblor, inestabilidad, rigidez y bradicinesia.

Se considera que 2/3 de los pacientes con párkinson tienen trastornos de vejiga y en general, estos son más frecuentes en etapas avanzadas.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los síntomas urinarios en estos pacientes también pueden tener otro origen.

Es necesario hacer una evaluación médica adecuada con estudios urodinámicos, que miden presiones, volúmenes y flujos de orina, para determinar la etiología exacta y poder instaurar un tratamiento correcto.

¿Por qué ocurren problemas urinarios en el párkinson?

La disminución de dopamina hace que se interrumpan ciertas señales que indican a la vejiga si debe retener o expulsar orina.

Se estima, además, que las alteraciones motoras de todo el cuerpo también afectan el piso pélvico y disminuyen el flujo urinario o afectan el vaciamiento de la vejiga.

Los trastornos pueden ser en la fase de llenado o de vaciado de la vejiga, lo cual se debe a una disfunción de la unidad funcional entre vejiga, uretra y piso pélvico.

Síntomas urinarios más comunes en el párkinson

Si bien los síntomas urinarios no son severos en la mayoría de los casos, pueden ser invalidantes y afectan notablemente la vida social y familiar del enfermo.

Síntomas de dificultad para retener orina (más común)

Orinas frecuentes o poliuria
Urgencia miccional
Nicturia (cuando se interrumpe el sueño en la noche por la necesidad de orinar)
Enuresis nocturna (incontinencia urinaria nocturna)

Síntomas de dificultad para el vaciamiento de la vejiga:

Sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga
Flujo urinario débil
Goteo o fugas de orina

Recomendaciones generales

Existen alternativas de tratamiento que se usan en función del tipo de problema exacto de cada paciente.

Insistimos en que hay que considerar que muchas veces los problemas urinarios son multifactoriales y el párkinson forma parte del problema, pero no en forma exclusiva.

En el caso de dificultad para retener la orina es recomendable:

  • Realizar ejercicios del piso pélvico, que se ha demostrado que mejoran los cuadros de incontinencia.
  • Disminuir el consumo de bebidas alcohólicas, té, cafeína, bebidas carbonatadas y zumos cítricos
  • Se sugiere los zumos de arándanos, cerezas, manzana y pera.
  • Cuidados de la piel en la región perineal: evitar uso de agua y jabón común. Usar productos neutros que eviten la irritación y cambios de PH por lavado excesivo.
  • Establecer un esquema u horario para la micción.
  • Usar toallas o ropa interior desechable diseñada para la incontinencia cuando el problema sea más severo.
  • A nivel farmacológico el médico puede llegar a recomendar las inyecciones de toxina botulínica en el músculo detrusor de la vejiga.
  • Usar ropa que pueda quitarse fácilmente, teniendo en cuenta que la rigidez y la bradicinesia dificultan esos procesos que parecen simples.
  • El profesional que atiende el caso también podrá recomendar medicación para relajar la vejiga, como los anticolinérgicos, que no atraviesen barrera hematoencefálica ( por ejemplo, la tolterodina genera mejorías en 65% de pacientes).

En el caso de dificultad para eliminar la orina, algunas de las opciones terapéuticas que podrá manejar su médico son:

Medicación para estimular el vaciamiento de la vejiga
Cateterización urinaria intermitente
Procedimientos quirúrgicos

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