Es uno de los dolores de cabeza más consultados en los servicios de neurología, que más incapacidad produce y una de las causas de absentismo laboral. Conocer qué puede desencadenarla ayuda a prevenir o espaciar las crisis

El dolor de cabeza por migraña es una de las diez enfermedades que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera más incapacitantes. Sin embargo, es una de las patologías peor diagnosticadas y más mal tratadas. Para comprender qué es este dolor de cabeza, cómo identificarlo y qué se puede hacer para prevenir una crisis, el doctor Eduardo Junco repasa las causas de la migraña y cuál es el tratamiento más efectivo para evitar su aparición o aliviar el dolor durante un ataque.

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El dolor de cabeza más común en mujeres

La migraña es un dolor de cabeza agudo, de gran intensidad, recurrente e incapacitante que se presenta en uno de los lados de la cabeza y que se acompaña de otros síntomas asociados que veremos a continuación.

Es una enfermedad que puede comenzar en la segunda infancia, pero que se suele iniciar en la adolescencia o en adultos jóvenes. Tiene una marcada tendencia familiar. La prevalencia es de un diez a un doce por ciento en toda la población, suele evolucionar hacia la cronicidad y es más frecuente en las mujeres.

Cómo saber si es migraña

Existen señales previas a la aparición del dolor, conocidas como ‘auras’, que pueden ser muy variadas. Pueden aparecer crisis de bostezos, hormigueos, náuseas y síntomas oculares, que son los más frecuentes y llamativos, con visión borrosa, visión en túnel, luces, manchas y/o centelleos.

Cuando se da el ataque de migraña, se presentan los siguientes síntomas:

Dolor agudo en un solo lado de la cabeza, en la frente, en la nuca o periorbitario (alrededor de los ojos).
El dolor es mantenido, pulsátil y profundo.
Su presentación es silente y su duración variable de unas pocas horas a dos o tres días.
Se acompaña de fotofobia, intolerancia a la luz y al ruido, náuseas y vómitos.

Pruebas para diagnosticar la migraña

La migraña se diagnostica a través de una anamnesis detallada de los síntomas clínicos, es decir, durante la consulta, el médico realizará las preguntas necesarias para conocer cómo se manifiesta el dolor de cabeza, cuáles son las señales previas y los síntomas asociados, etc.

No existen pruebas objetivas para su diagnostico, pero sí se deben descartar otras cefaleas. Por ejemplo, las cefaleas tensionales, que son las más frecuentes y otras patologías neurológicas que deberán ser investigadas con exploraciones más complejas.

Cuál es el origen de la migraña

A pesar de que se desconoce la causa exacta de este tipo de dolor de cabeza, la teoría vascular es la más aceptada y se considera que se debe a una vasoconstricción de las arterias cerebrales que provoca una vasodilatación posterior.

Existe otra hipótesis, la teoría neurogénica, que se apoya en una híper excitabilidad de la corteza cerebral ante determinados estímulos.

Factores desencadenantes

Conocer cuáles son las causas que la desencadenan es uno de los datos más eficaces para el manejo de la migraña, pues el paciente suele aprender, por experiencias previas, qué situaciones le afectan y la desencadenan y, si aprende a evitarlas o prevenirlas, disminuirá el número de recaídas y se podrá anticipar a la aparición de los síntomas.

  • Dieta. Los periodos prologados de ayuno y la alimentación irregular y desordenada pueden ser un factor desencadenante. Además, existen algunos alimentos que se han relacionado con la aparición de los síntomas migrañosos. El chocolate, el café, el vino tinto y otras bebidas alcohólicas, el glutamato, los edulcorantes, los quesos curados, los cacahuetes, las cebollas y el pescado ahumado son ejemplos de algunos de ellos.
  • Sueño. Las alteraciones del ritmo y de los patrones del sueño, dormir mucho o dormir poco, son factores desencadenantes muy frecuentes de migraña.
  • Medio ambiente. Los cambios climáticos, la presión atmosférica, los días de viento y otras influencias ambientales pueden inducir la aparición de migraña.
  • Hormonas. Los cambios hormonales son también una causa frecuente de este dolor de la cabeza.
  • Factores psicológicos. El estrés y la ansiedad desencadenan la migraña en muchos pacientes.

¿Qué puedo tomar para la migraña?

Existen varios abordajes para el tratamiento de este problema: tratamiento no farmacológico, preventivo para disminuir la aparición de las crisis y el tratamiento del episodio.

Tratamiento no farmacológico. Llevar un estilo de vida ordenado y saludable, hacer ejercicio físico, dormir lo necesario, evitar el estrés y realizar una alimentación, sana exenta de los alimentos potencialmente desencadenantes, son actitudes muy aconsejables para su manejo.

Tratamiento preventivo. Se realiza de forma diaria y preventiva, cuando las crisis son muy frecuentes, para evitar su aparición. Para ello, se podrán prescribir antidepresivos como la amiltriptilina, anticonvulsivantes como el ácido valproico, betabloquentes como el propanolol, la toxina botulínica y, muy recientemente, los anticuerpos monoclonales como el erenumab.

Tratamiento de las crisis. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, los triptanes y la ergotamina son los más eficaces. El ibuprofeno es el medicamento de elección en el inicio de la crisis. Los triptanes, que son medicación específica para el tratamiento de la migraña, deben estar recetados y controlados por el especialista, pues tienen efectos secundarios de riesgo. La ergotamina (alcaloides de cornezuelo de centeno) también se utiliza con frecuencia asociada a la cafeína, pero igualmente este tratamiento debe estar controlado por un especialista.

Además, conviene recordar que…

La migraña tiene un marcado componente hereditario habiéndose descubierto recientemente un tipo de migraña familiar en la que se ha logrado descubrir una mutación en el cromosoma 19.
La migraña es una de las enfermedades más incapacitantes que existen. Es la consulta más frecuente en los servicios de neurología y una de las causas más frecuentes de absentismo laboral.
Las causas extra craneales que provocan dolor de cabeza y que pueden ser confundidas con la migraña son: las sinusitis frontales y etmoidales, algunas enfermedades oculares, las alteraciones de las vertebras cervicales y la arteritis de la arteria temporal.

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