El aumento de pecho es una de las cirugías estéticas más demandadas y es que el pecho es una parte muy importante de la feminidad de una mujer. Te contamos todo lo que necesitas saber sobre el aumento de pecho.

El pecho es parte de la expresión de feminidad de una mujer. Aporta seguridad, autoestima y confianza. No es de extrañar que las intervenciones de mama sean las operaciones estéticas más demandadas hoy en día.

En qué consiste la cirugía de aumento de pecho

El aumento de pecho, como su nombre dice, consiste en el aumento del volumen mamario o la restauración del volumen de la mama a partir de la colocación de una prótesis o implante para conseguir la forma, el volumen y el aspecto deseados.

El aumento de pecho se conoce clínicamente como mamoplastia de aumento. Ofrece aumentar la plenitud y la proyección de los senos, mejorar el equilibrio de la figura, la imagen y la confianza en una misma.

Los implantes mamarios también pueden ser utilizados para la reconstrucción del pecho después de una mastectomía o una lesión importante. En el caso de que se pretenda levantar el pecho de la paciente, se practicaría la técnica conocida como “Mastopexia” o elevación mamaria a la que se pueden asociar o no implantes mamarios.

Qué problemas puede solucionar

Permite solucionar la falta de desarrollo de la glándula mamaria, resolver las pérdidas de volumen en el pecho como consecuencia de embarazos o por el paso de los años, corregir la asimetría de los pechos o solucionar malformaciones en la mama como pueden ser las mamas tuberosas (pechos en forma de tubo en vez de redondeadas y muy separados entre sí). Aunque, en muchas ocasiones, la intervención se realiza únicamente por motivos estéticos.

Cómo es la intervención

La intervención se realiza bajo anestesia general. Se realizan incisiones en zonas poco visibles para minimizar el impacto de las cicatrices y se coloca el implante o prótesis mamaria detrás del músculo pectoral.

Las incisiones varían en función del tipo de intervención a realizar. Normalmente se realizan en la zona periareolar (bordes de la areola), zona inframamaria (debajo del pecho en la zona que se sitúa entre la pared pectoral y la parte baja del pecho), y zona axilar.

Los tipos de implantes mamario más empleados son: gel de silicona cohesiva, solución salina (agua salada estéril), en cuanto a la forma del implante pueden ser redondos o anatómicos.

La operación suele durar una hora. Durante los dos o tres primeros días se coloca un vendaje compresor. La paciente puede volver a su rutina habitual en tres o cuatro días, eso sí, dependiendo de la técnica empleada la recuperación puede prolongarse durante unas dos semanas.

Así es «el pecho perfecto»

El “pecho perfecto” es aquel que tiene concordancia con el resto del cuerpo, es decir, aquel que presenta una armonía con el contorno corporal y, que se ve y se siente lo más natural posible. Las medidas exageradas no suelen ser recomendables. La forma y el tamaño del implante se elige en base a cada paciente.

Las mamas deben ser lo más simétricas posibles, el pecho debe estar menos lleno en el polo superior que en el inferior y los pezones deben mirar al frente.

Candidatas ideales para un aumento de pecho

El aumento de pecho es un procedimiento muy personal y debe hacerse por decisión propia, no por complacer a otra persona.

Es importante que toda candidata a una intervención de aumento de pecho cumpla con una serie de requisitos: es necesario que los senos estén completamente desarrollados, contar con un buen estado físico y tener expectativas realistas.

¿Los implantes duran para toda la vida?

Los nuevos implantes de gel de silicona son dispositivos médicos fabricados para durar toda la vida, eso sí, son necesarios exámenes regulares para evaluar el estado de los implantes mamarios y la salud de los pechos. El paciente tiene que tener claro que pese a la fiabilidad de los implantes puede ser necesaria, en un futuro, una segunda cirugía para reemplazar uno o ambos implantes.

Otro de los motivos para sustituir los implantes aunque no siempre, es la conocida como «contractura capsular». Al introducir un implante el cuerpo reacciona creando un revestimiento, una cápsula alrededor de él, como mecanismo de defensa. Cuando ese revestimiento o cápsula se desarrolla más de lo debido puede provocar una presión excesiva sobre el implante, modificando y deformando el pecho, desplazando el implante y provocando fuertes dolores.

El embarazo, las pérdidas de peso, la menopausia y cualquier modificación en la estructura corporal también puede desembocar en una segunda intervención para devolver la forma y el volumen perdido al pecho.

Fuente: miarevista.es

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