El síndrome de dolor regional complejo (CRPS) es una condición de dolor con ardor intenso, rigidez, inflamación y cambio de color que, con mayor frecuencia, afecta a una mano. Los brazos, piernas y pies también pueden ser afectados por el CRPS.

Esta condición anteriormente se conocía como distrofia simpática refleja, atrofia de Sudeck, síndrome hombro-mano o causalgia.

Descripción

Hay dos tipos de CRPS:

  • El tipo 1 ocurre después de una enfermedad o lesión que no dañó directamente un nervio en el área afectada
  • El tipo 2 sigue a una lesión nerviosa definida

Aunque los desencadenantes varían, los dos tipos de CRPS tienen los mismos síntomas y atraviesan las mismas tres etapas de enfermedad.

Etapa I: Aguda

La etapa I puede durar hasta 3 meses. El dolor con ardor y la sensibilidad aumentada al tacto son los síntomas iniciales más comunes del CRPS. Este dolor es diferente -más constante y dura más tiempo- que lo que se esperaría con una lesión determinada. Inflamación y rigidez de las articulaciones a menudo siguen, junto con una zona de calor y enrojecimiento en el miembro afectado. Puede haber crecimiento del cabello y de las uñas más rápido que lo normal y sudoración excesiva.

Etapa II: Distrófica

La etapa II puede durar de 3 a 12 meses. Es más constante la hinchazón y desaparecen las arrugas de la piel. La temperatura de la piel se torna más fresca. Las uñas de los dedos de las manos se tornan quebradizas. El dolor es más diseminado, aumenta la rigidez y la zona afectada se vuelve más sensible al tacto.

Etapa III: Atrófica

La etapa III ocurre después de 1 año. La piel de la zona afectada se torna pálida, seca, sumamente tensa y brillante. La zona está rígida y hay menos esperanzas de recuperar el movimiento. El dolor puede disminuir y la condición puede diseminarse a otras zonas del cuerpo.

Causa

Aunque los dos tipos de CRPS pueden vincularse con una lesión o enfermedad, no se conoce la causa exacta del CRPS. Una teoría es que un «cortocircuito» en el sistema nervioso es responsable. Este «cortocircuito» causa excesiva actividad del sistema nervioso simpático (inconsciente) que afecta al flujo sanguíneo y a las glándulas sudoríparas en la zona afectada.

Los síntomas más comúnmente ocurren después de una lesión o cirugía. Otras causas incluyen presión en un nervio, infección, cáncer, problemas de cuello, stroke o ataque cardíaco.

Examen médico

Después de discutir sus antecedentes médicos y síntomas, su médico examinará cuidadosamente su mano o miembro afectado.

Las personas con CRPS protegen inusualmente el miembro involucrado. Incluso un toque leve puede suscitar expresiones de dolor severo.

Exámenes

No hay un único examen que pueda determinar el diagnóstico de CRPS. Algunos estudios con imágenes, como las radiografías, tomografías óseas y resonancia magnética (MRI) pueden ayudar a su médico a hacer un diagnóstico definitivo.

Tratamiento

El diagnóstico y tratamiento en etapa temprana son importantes para prevenir que el CRPS evolucione a etapas más avanzadas.

También es importante que a estos pacientes no se les diga que el dolor está «en sus cabezas». El CRPS es una condición fisiológica. Aunque el CRPS no es plenamente entendido, es tratable.

Tratamiento no quirúrgico

Medicamentos. Antiinflamatorios no-esteroideos (NSAID), corticoesteroides orales, antidepresivos, medicamentos para la presión arterial, anticonvulsivos y analgésicos opiáceos son medicamentos recomendados para aliviar los síntomas.

Tratamiento inyectable. La inyección de un anestésico (medicamento para adormecer) cerca de los nervios simpáticos afectados puede reducir los síntomas. Esto por lo general se recomienda tempranamente en el curso del CRPS para evitar la progresión a etapas más avanzadas.

Biofeedback. La mayor conciencia corporal y las técnicas de relajación pueden ayudar con el alivio del dolor.

Terapia. El ejercicio activo que enfatiza el uso normal del miembro afectado es esencial para el alivio permanente de esta condición. La terapia física y/o ocupacional son importantes para ayudar a que los pacientes recuperen patrones de uso normal. Los medicamentos y otras opciones de tratamiento pueden reducir el dolor, permitiendo que el paciente participe en ejercicio activo.

Tratamiento quirúrgico

Si fracasa el tratamiento no quirúrgico, hay procedimientos quirúrgicos que podrían ayudar a reducir los síntomas.

Estimulador de médula espinal. Unos electrodos diminutos se implantan a lo largo de su médula que envían impulsos eléctricos leves a los nervios afectados.

Implantación de bomba de analgesia. Un pequeño dispositivo que administra medicación para el dolor a la médula espinal se implanta cerca del abdomen.

Los resultados de los procedimientos quirúrgicos pueden ser decepcionantes. Muchos pacientes con síntomas crónicos de CRPS se benefician de evaluación psicológica y consejería.

Fuente: orthoinfo.aaos.org

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