Cuando se habla de una cirugía plástica, en automático la mente se dirige hacia el aumento de busto, glúteos o la liposucción.

Y aunque estos procedimientos son de los más comunes a nivel mundial, también existen las cirugías faciales. Y las de párpados son las de mayor interés.
Las cirugías faciales más comunes son: primero los párpados, luego la nariz y por último las orejas la razón más común de la cirugía de párpados, por ejemplo, es por la inquietud del paciente de mantener una imagen de frescura, una edad más joven; es muy frecuente en personas que se dedican a los negocios o ventas.

En hombres es común que los pacientes oscilen entre los 40 y 50 años de edad, mientras que en las mujeres el rango va de 40 años en adelante.

LOS PÁRPADOS

De acuerdo con el especialista en cirugía de extremidades inferiores, hay pacientes que desde los 30 años buscan una cirugía de párpados, o blefaroplastia, debido a comentarios de terceros sobre su aspecto cansado.
En algunos casos, las personas se van introduciendo poco a poco al procedimiento al solicitar la aplicación de la toxina botulínica, relleno facial que paraliza el músculo de tal forma que las arrugas son menos notorias.

Una vez que se deciden por un resultado más definitivo o permanente buscan la cirugía.
“Muchas veces vienen y dicen: ‘ahorita sólo quiero los párpados’ y para tener un resultado más completo, se pone botox o rellenos faciales, en algunas áreas, y vamos camuflajeando los tejidos hasta que ya el paciente se decida a hacerse una cirugía completa del rostro.

“Lo que hacemos es utilizar productos en algunas partes para darle firmeza a los tejidos. Hay tratamientos que se usan para mejorar la calidad de la piel y aumentar tensión”.

En el rostro en particular, comenta, hay envejecimiento en diferentes zonas lo que da como resultado tejidos flácidos, el músculo pierde firmeza y los huesos también se adelgazan con el paso del tiempo.
En resumen, la piel se “cuelga” más.

Es por eso que las sustancias de relleno, como la hidoxipatita de calcio y el ácido hialurónico, e incluso, en algunos casos, los implantes de silicón, son necesarios para camuflajear el tejido alrededor de los párpados una vez que se realizó la blefaroplastia.

Uno de los temores recurrentes entre pacientes es si los resultados de este procedimiento son radicales, es decir, si cambiará su rostro por completo. La respuesta es no.

“Como la nariz y los párpados son el centro de la cara, el resultado es muy notorio, pero no radical. La ventaja con los párpados es que se quita la piel que sobra y le da un equilibrio muy interesante a la cara.
“Un ejemplo burdo, pero tal como lo veo yo: imagínate que tienes una casa de 30 años y remodelas la cocina, el resto de la casa se verá distinta.

“Pero no es como decir, ‘la cocina es ultra moderna y el resto es estilo victoriano’, ¿así que rebote mucho? No. Sí se nota el cambio en el rostro, pero es favorable”.

CAMBIO MÁS PROFUNDO

Cuando un paciente busca un resultado en donde no tenga que volver a operarse en un promedio de 30 años, el procedimiento se vuelve más profundo y el resultado dramático.
“Una operación en donde no se hacen cambios al rostro o a la imagen natural de la cara, dura, según lo que uno haga, entre 5 y 10 años; ahí ya sería tiempo de hacer un retoque.
“Pero cuando la gente insiste en que sólo quieren operarse una vez y ‘ya nunca más’, tenemos que ser muy enfáticos con los pacientes y preguntarles si estarían dispuestos a que cambiáramos partes del aspecto de su rostro para ya no operarles después, y hay gente que te dice que ‘sí’ y otros que ‘no’”.
En los casos en los que el paciente está de acuerdo, menciona, se pueden quitar parte de los tejidos y reacomodarlos aunque se cambien las características de la cara.
Estos temas se platican con calma y de forma detallada para que el paciente lo piense bien y se defina la técnica con la que se trabajará y en cuánto tiempo tendría que volverse a operar.

CHECA BIEN

El especialista recomienda checar las credenciales y las asociaciones a las que pertenece el cirujano plástico al que acudas.
“Nos han exigido mucho por parte de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica que verifiquen que los cirujanos plásticos con los que vayan a hacerse cualquier servicio, sean cirujanos plásticos como tal”, expresa Lira.
“Que pertenezcan a la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, que estén certificados por el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica y que, idealmente, también pertenezcan al Colegio de Cirujanos Plásticos de su estado“, enfatiza.
Los cuidados tras una blefaroplastia
De acuerdo con Lira, el cuidado postoperatorio varía mucho dependiendo del médico, pero él recomienda:

Utilizar hielo o productos fríos cerca de los ojos durante las primeras horas después de la cirugía para que la mínima inflamación que pudiera aparecer se tenga controlada con el hielo; las primeras ocho horas son las más importantes.
Después de que pasa el periodo de inflamación aguda, que son las primeras 72 horas, se continúa el tratamiento con calor local; mientras se utilice con mayor frecuencia el calor local, ya sea con fomentos, lamparitas o frazadas calientes, cualquier área que se haya inflamado se desinflama.
La primera noche el paciente debe pasarla semi sentado para que no se inflame tanto la cara.
Los puntos se retiran entre los 3 y 5 días, dependiendo de la técnica que utilice el cirujano.
Se recomienda no hacer actividades intensas los primeros días.
No manejar.

Fuente: http://www.aldiadallas.com

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